Hace mucho, pero que mucho tiempo que no escribo una reseña. Hace tiempo que no puedo terminarme un libro. Y hace mucho que un libro no me ha enganchado de esta forma, me ha sorprendido y me ha hecho sentirme como si estuviera en la silla de una montaña rusa.
Ahora que yo misma he publicado un libro, he cambiado un montón mi forma de criticar los libros que leo. Como sé todo el esfuerzo que conlleva, no solamente tener una historia congruente pero de hecho terminarla; estoy segura que la forma en la que desde ahora en adelante escribiré reseñas, será menos crítica, menos opinión personal, pero más encontrar el porqué de este libro y a qué tipo de persona podría gustarle. Sin embargo, todo es tan relativo, que a veces cuando leo una mala reseña de un libro me dan ganas de leerlo para ver si es verdad o no.
Con esto quiero decir una cosa, no dejes que nadie te diga qué deberías leer o dejar de leer. No porque alguien diga, este libro no me ha gustado, quiere decir que no te aportará algo o que te encantará.
Ahora, centrémonos.
Este es el primer libro que leo de Stephen King. Hasta la fecha no he leido nada de él porque pensé que sus libros eran todos de miedo y bueno, digamos que me equivoqué.
El libro es largo, (859 páginas) pero yo soy de las que se emocinan cuando ven un libro largo, eso quiere decir que te va a acompañar durante mucho tiempo.
Con decir que es uno de los mejores libros que leido hasta la fecha no me estoy quedando corta. La traducción al español es buenísima. Me apetecía leer algo en español y centrarme por completo en la historia y no tener dificultades con el vocabulario.
El libro contado por Jake, un profesor de lengua, quien vive en 2011 y se le ofrece la posibilidad de ir al pasado para poder evitar la muerte del presidente Kennedy. Después de eso está ambientado entre 1958 y 1963.
La acción y los giros que da la historia son embriagadores. El autor te traslada al pasado y la música que sonaría en las emisoras de radio de ese entonces de repente empiezan a sonar en tu ordenador porque quieres saber lo que siente Jake.
Hay partes muy trepidantes, con un montón de acción, en las que agarras el libro con fuerza porque no sabes lo que va a pasar. También hay partes que a veces asustan y escenas un poco crudas. Pero hay también amor, y no sé, pero me encantan las escenas románticas escritas desde un punto de vista masculino.
Otra cosa, que el autor hace, es que sientes como se siente el personaje principal. Por ejemplo tiene un periodo muy tedioso, en el que casi vive una vida de dectective. Y el libro se vuelve más pesado, porque la vida misma del personaje es pesada, pero lo que va ocurriedo sigue teniendo mucha relevancia. Y aunque el ritmo con él que leí esa parte fue más lento, le da incluso más fuerza al libro.
Algo que me encantó fue que el libro tiene tantos clímax, y momentos en los que te quedas boqueabierto, que no tienes porque esperar a las últimas páginas del libro para que llegue la acción. Hay acción en cada capítulo.
Con respecto a la ambientación histórica del libro, sientes que estás en el pasado. Stephen King elige regirse por la versión oficial sobre el asesinato de Kennedy, y teniendo en cuenta que es para usarla en fición, la verdad es que encaja con el libro. Sin embargo, para algo un poco más histórico te recomiendo la película JFK del año 1991 hecha por Oliver Stone. Está basada en hechos reales, sobre el caso de un abogado que intentó descubrir la verdad con respecto a este tema.
La verdad es que al empezar a leer el libro me esperaba que se mencionase las diferentes teorías que hay sobre este hecho histórico, pero supongo que la novela no trata tanto de JFK sino más bien los personajes y sus vivencias. El autor logra darles vida a las personas que estuvieron implicadas en todo aquello y ni por un momento te da la impresión que unos tienen pinta de reales y otros de ficción. Jake es tan real como Oswald.
Como es un libro tan largo tiene muchísimos matices. Por ejemplo trata el tema de la corrupción, la mafia, violecia, consecuencias de la metira y al final te hace reflexionar sobre si de verdad alguien tiene el derecho que cambiar la versión de los hechos. Si alguien está preparado para afrontar el efecto mariposa.
El final me ha sorprendido mucho y no es algo que me hubiera esperado.
Por último, creo que es una novela magnífica sobre viaje en el tiempo, pues al sentarte a leerla es como sentarte en el asiento copiloto de Jake de su chulo Sunliner rojo y echar de menos la vida de antaño, a pesar de no haberla vivido nunca.
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