Bullying

Uno de los temas principales de mi libro Mi reflejo es el bullying. La protagonista es maltratada por una de sus compañeras, por que sí.

He intentado recalcar en el libro una y otra vez que si ves que se están burlando de otra persona y no haces nada, formas parte del problema. También me centré en lo importante que es tener amigos a tu lado que te apoyen.

Escribí sobre este tema, y quizás algunos padres, si leeís este libro, pensareís que estoy exagerando. Pero creo que me he quedado corta. Pasan cosas mucho peor en la realidad.

Hoy en día hay maltrato por todos lados. Aunque en las noticias se centre en un tipo de maltrato, hay tantos tipos de maltrato que simplemente refleja donde hemos llegado como una sociedad.

Me acuerdo tener 8 años, preparaba con las chicas de mi clase un baile de fin de curso. ¡Era el Aserejé! Las niñas que habían en mi colegio que iban a mi iglesia empezaron a decirme que era una pecadora por bailar. Pero mis compañeras de clase, (era una clase muy pequeña y ahora me doy cuenta de lo privilegiada que fui) estuvieron allí para mí. Empecé a llorar y dije que no quería participar más en el baile y ellas me dijeron que eso era un bobada y que íbamos a ensayar en clase para no dejar que las otras se saliesen con la suya.

Me acuerdo que incluso se lo conté a mi madre.

Si tienes amigos que te defienden tienes más fuerza para atreverte a decirles a tus padres lo que está pasando.

Mi madre me dijo que no les hiciera ni caso, que David bailaba en la Biblia y eso no era pecado.

Las mismas chicas de la iglesia se burlaron de mí porque mi madre me había llevado a cortarme el pelo y se me vería la nuca, era como una especie de Bob corto. Me dijeron que tenía un corte de pelo de chico. Fui a mi madre llorando y ella me reconfortó y me dijo que eran solo celosas.

Hay bullies por todas partes, no te creas que porque lleves a tus hijos a la iglesia allí no se van a burlar de ellos.

Las voces burlonas se apagan cuando tienes la voz de alguien a ti te importa diciendote la verdad. Si tienes gente que te grita fea, tus seres queridos que te ven por completo te dirán la verdad. La gente siempre se fija en algún defecto que tú tienes, o algo que envidian de ti. Nunca te van a decir que eres superlisto o que tienes buenas notas, te dirán eres un empollón... Que hoy como profesora, mis alumnos que más aprenden son los empollones. Los que tienen planes de futuro, son los empollones, los que pueden tener una conversación inteligente con un adulto, son los empollones.

Me acuerdo en otra ocasión, dos compañeros de clase empezaron a meterse conmigo de camino a casa. Tenía que caminar casi una hora del colegio a casa. Uno de ellos tenía una cinta de casette y la había roto y estaba haciendo el tonto con ella. yo creo que cogí el hilo y creo que se rompió, no me acuerdo bien de los detalles, pero casí me pega por eso. Me empujó y me amenazo, y estábamos justo cruzando las vías del tren cuando pasó.

Esos malos momentos, se te graban en la memoria.

¡Pero mi padre se enteró! Creo que vine llorando a casa otra vez, no me acuerdo bien, pero lo que mi padre hizo fue genial y ese día fue mi heroe. Fue y habló con el chico, y le dijo: «Mira he oído que uno de los compañeros de clase de Eliza se están metiendo con ella y que el otro día paso esto y lo otro, no sabrás quién es esta persona, ¿verdad?»

Por supuesto que el chico lo negó, pero mi padre le dijo que si lo sabía, que se lo dijera porque se iba a enterar ese muchacho que no dejaba en paz a su hija.

Ni me volvió a dirigir la palabra el chico.

Si quieres que algo cambie tienes que decirselo a tus padres. Son los únicos que pueden cambiar algo y de forma efectiva.

El resto de mi vida he tratado con bullies, pero me supe defender, no siempre se lo dije a mis padres, pero a veces sí, otras veces fueron mis amigos los que me defendieron, otras veces fueron mis propios profesores quien se burlaban de mí, y aún hoy oigo sus voces burlonas.

Me acuerdo que en sexto de primaria me mudé a Madrid y estaba esperando fuera del colegio para volver a entrar después de la pausa de la comida. Un chico que no había visto en la vida, vino corriendo y me dio una colleja tan fuerte que empezó a doler la cabeza después.

¿Sabes lo que hice? Empecé a correr detrás de él. La versión de 11 años de mí misma que pasaba 27 kilos, empezó a correr detrás de este chico, fui toda la calle abajo detrás de él, estaba furiosa. Luego el volvió hacía el colegio y le seguí y entró dentro, (donde otros compañeros esperaban en línea para para poder entrar y la conserje no dejaba que pasasen la línea imaginaria). Así que tuvo que parar. Fui detrás de él y le devolví la colleja. Con todas mis fuerzas. Aún oígo a los demás chicos soltando un ohhhhhhhh. Luego salí enfadada.

¿Crees que se metió después conmigo? No.

El bullying no termina cuando acabas el colegio, el mundo está repleto de gente abusona. Pero tienes que aprender a defenderte, decir: ¡hasta aquí! A decir: «Papá o me cambias de colegio o ya no voy a ir más». A poner denuncias si hace falta. A hablar y decir tu opinión.

Cuanto antes aprendas de que en esta vida la gente siempre querrá aprovecharse de tí y aprendas a decir: «No, lo siento, pero ese truco no funciona conmigo», mejor.

Por último, las personas que te están maltratando no están bien y si tu dices algo, quizás recibirán la ayuda que necesitan.

Da igual quien sea, a veces tus propios hermanos se burlan de ti.

Pero tienes que hablar, tienes que decírselo a alguien.